"Si fuera profesor, primero motivar y segundo enseñar"
Sé que es más fácil ver los toros desde la barrera y que cuando consigues algo que llevas tiempo proponiéndote es difícil que sea como tú te lo esperabas, espero que esto sea lo que les ocurre a los profesores y no sea que no les interesa motivar a los alumnos para que ellos tengan que realizar un esfuerzo extra.
Un profesor es aquel que les hace ver a sus alumnos el libro como una forma de aprender algo nuevo y, en cambio, no como algo que tienes que aprendértelo de manera obligada, lo entiendas o no.
Un profesor no es aquel que llega a la clase y se dedica a leer lo subrayado sin tratar de que el alumno entienda lo que se va a estudiar porque si su única función es leer lo subrayado podríamos rescindir de su presencia.
"Hace unos día fui testigo de cómo una orientadora era capaz de desmotivar a todos los alumnos de una clase sobre su futuro laboral."
Además de ser testigo de esto he oído también frases como: "Tú no llegas a la nota que se pide en Medicina, mejor que hagas un Grado Medio." La figura del orientador/a, como su mismo nombre indica, debe servir al alumno para recibir consejo de los diferentes caminos que puede seguir para llegar a aquello que quiere ser pero no para cortar de raíz su sueño de convertirse en aquello que desea.
Frases como: "Yo ya he aprobado, a mi me da igual si tu apruebas o no." Son las que muestran quien es profesor por vocación y quien lo es porque la nota no le daba para más. El profesor por vocación es el que trata de que todos y cada uno de sus alumnos se lleve algo aprendido al finalizar la clase y no el que trata únicamente de que el alumno apruebe sin importar lo que haya aprendido o no.
SOBRE EL AUTOR
Este mundo de hoy va demasiado deprisa: quieren conocerme cuando no lo he hecho ni yo todavía.
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