YO Y LA JUVENTUD

"La rosa negra del jardín"

Recibir clases de un profesor que desearías ver de muchas formas y ninguna de ellas está relacionada con la palabra "vivo". Estar en el trabajo de tus sueños pero tener un jefe que trata de hacerte la vida imposible. Esas y muchas cosas más son momentos que, nos guste o no, hemos de vivir, o mejor dicho, sufrir. A mi entender, esa es la visión que tengo de la juventud, la de un capítulo de la vida que, por suerte o por desgracia, tenemos que vivir. La vida es como un jardín, en el que las semillas crecen a una velocidad descomunal para convertirse en rígidas plantas. Aunque no siempre ocurre así, están las plantas que, por algún motivo fortuito, crecen de manera torcida. Y una vez se dan cuenta de ello, es muy difícil, por no decir imposible, volver a enmendarla para que se convierta en una planta erguida. Todo tiene su principio, la semilla, pero por desgracia y como consecuencia de ese principio, todo tiene un final y las plantas y las vidas no iban a ser menos. Algunas parecen llevar mejor eso de marchitarse porque creen que ya han hecho todo lo que debían de hacer en la vida. Sin embargo, otras no conciben la idea de que algún día deberán ser arrancadas para dar paso a otras semillas nuevas. Todo ello, en un jardín con forma de esfera que, a veces, sufre variaciones de los que las plantas no tienen relación alguna. Pero también se producen cambios, de los cuales las plantas son las únicas y las principales culpables.

"Síndrome de Peter Pan"

Quedarse hasta las seis o las siete de la mañana de fiesta siendo Cenicienta, no limpiar ni un mísero rincón de la casa que compartes siendo Blancanieves. Esa hubiera sido, a grosso modo, lo que hubieran hecho estas princesas Disney de haber padecido el Síndrome de Peter Pan. El problema es que no todo puede estar basado en la juventud y el ideal de no ser nunca un adulto. Como adolescente en las últimas que soy, creo que deberíamos de tener muy presente el hecho de que algún día dejaremos de ser jóvenes y no podremos hacer lo que nos plazca. Tendremos una serie de responsabilidades que nos limitarán el ocio y disfrute, Por ello, hemos de disfrutar de esta etapa que nos ofrece la vida. Tener en mente la idea de "algún día seré adulto y dejaré la juventud atrás". Pero no como pensamiento pesimista y desmoralizador, sino al contrario, como una motivación para aprovechar, cuanto podamos, de las "libertades" que nos ofrece la juventud, ya que no siempre podremos gozar de ellas.

"La vida se divide en etapas. Etapas que se divide en años. Años que se dividen en meses. Meses que se dividen en días. Días que se dividen en momentos. Momentos para toda la vida."

Perdónenme por querer seguir siendo joven, perdónenme por pensar de manera egoísta, perdónenme por actuar como adulto cuando no me corresponde, perdónenme por pensar más en el ocio y disfrute que en los deberes y obligaciones, perdónenme por pensar que voy a cambiar el mundo, perdónenme por luchar por las injusticias, perdónenme por tener una personalidad influenciada por los que me rodean, perdónenme por cometer errores que ustedes, los adultos, no tendrían, perdónenme por vivir la vida que creo conveniente.

"Perdónenme por ser joven"

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SOBRE EL AUTOR

Este mundo de hoy va demasiado deprisa: quieren conocerme cuando no lo he hecho ni yo todavía.

3 comentarios:

  1. Los adultos no somos tan perfectos y también cometemos nuestros errores. Más que nada porque no tenemos el pozo de la sabiduría como memoria RAM metida en nuestro cerebro. Disfruta cada momento de tu vida, cada etapa, porque una vez pasada, ya pasó, y no hay manera de volver atrás. Aunque si hay algo que quisieras hacer y no has hecho, hazla! Ya sabes lo que dice el refrán: Más vale tarde que nunca.
    Me ha gustado mucho la entrada, Pablo.
    Un saludo!!

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    1. Buenas!!
      Creo que eres de los pocos adultos capaces de asumir delante de un joven que también comete errores. El resto trata de convencernos de que todo lo que los jovenes hagamos está mal y vivimos error tras error, sin aprender de ellos. Ahora creo que estoy casi en el medio de la balanza porque una parte de mí me dice que siga siendo joven pero otra muy distinta me da prisas para que me convierta en adulto. Sea como sea, me gusta lo que me has dicho y lo comparto, haré todo lo que me apetezca (dentro de la legalidad y la moralidad) y lo disfrutré como si fuera el último de mi vida.
      Muchas gracias!
      Saludos!!

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  2. Pablo, puede que te suene distinto pero me gusta aprender de mis errores y no me avergüenzo de ellos. Es más, a mi hijo le obligo a que se "coma" sus marrones y que no los camufle. Si algo ha hecho mal, ya no lo puede esconder o evitar y tiene que reconocerlo como tal. También, vosotros (los jóvenes), tenéis que aprender de vuestros errores. Como padres, no podemos soportar que os equivoquéis y por eso estamos tan encima de vosotros. Creémos que somos los mejores profesores para que nuestros hijos crezcan sin ningún fallo, con un expediente académico impecable. Pero muchos están equivocados. Creo que el primero en darse cuenta de vuestro error, tenéis que ser vosotros. Primero, porque es ley de vida y, segundo, porque tenéis que ser autónomos y como una vez dijo una gran persona: para que vuestros hijos dejen de tener miedos, dejadles de solucionarle la vida.
    Disfruta la vida de manera equilibrada y sigue siendo joven siempre. A mi me gusta de tanto en tanto hacer gamberradas y cosas como si fuera un jovenzuelo. Muchos te miran con cara de "mira que payaso", pero ellos no se lo pasan tan genial como me lo paso yo y los que me rodean. Mientras mi manera de ser me funcione, lo que piensen personas que son rancias, me la sudan.
    Saludos chaval!!

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