YO Y LOS BRITÁNICOS

"Periódicos de tinta contaminada" 

Puede que el hecho de querer ser periodista sea una de las ideas que más han perdurado en mi mente y la cual espero que continúe siendo así. Es por ello que he tratado, desde que tenía clara dicha idea, de fijarme en los profesionales que se dedican a ella. Anteriormente, la televisión era el medio de comunicación que más consumía, pero me di cuenta que si lo que realmente estaba buscando era periodismo de verdad, ésta no iba a ser el mejor lugar donde encontrar a los mejores. Unido a ello, vino mi afición a la escritura. No sé cómo no me pude dar cuenta antes, pero lo tenía delante de mis ojos y no era capaz de ver la fórmula: Periodismo + Escribir = Periódicos. No recuerdo con certeza cuál fue el primer periódico que leí en mi vida, pero lo que sí soy capaz de recordar es el día en el que opté por abrir dos periódicos a la vez y ver cómo una misma noticia podía ser contada de varias maneras. Cómo lo que era odiado por un periódico, era agradable para otro. Una vez entendida la idea de que no todos van a tener la misma percepción de los hechos, me decidí a leer el mayor número de periódicos posibles. Aunque lo cierto es que nunca, o casi nunca, lo consigo ya que cuanto más periódicos leo, más versiones de las noticias recibo y esto acaba deparando en una inmensa incredulidad sobre todos los periódicos. Tal vez haya olvidado mencionar que me refería a periódicos españoles. Recientemente, cansado de la subjetividad de los españoles, decidí "coger la maleta y salir al extranjero." Ojalá la frase anterior mantuviera un sentido literal pero, por desgracia, no es así. Había oído hablar de algunos periódicos extranjeros cuando se narraban hecho acontecidos más allá de las fronteras ibéricas, pero nunca había tenido la curiosidad de leer alguno de ellos. The Daily Thelegraph, The Washington Post, The New York Times o The Guardian se están acabando por acaparar la mayoría del tiempo que dedico a informarme. Fue en este último, The Guardian, donde encontré una de las noticias, o mejor dicho encuestas, más relevantes que jamás había leído.

"Los británicos son materialistas, xenófobos, homófobos y tienen prejuicios clasistas"


Fuente: The Guardian (Enlace a la noticia)
Con motivo de las elecciones al Parlamento británico que tendrán lugar dentro de una semana, decidieron realizar una encuesta que reflejara las mayores preocupaciones de un país que, según afirman en la noticia, parecía cada vez más dividido. La primera cuestión era inevitable, ya que se trataba de la mayor preocupación en sus vidas. A lo que el 30% no dudó en responder el dinero, quien duplica el porcentaje de familia y salud. Es decir, les importa más que haya números rojos en su cuenta corriente a que sus hijos no encuentren motivación alguna en los estudios. Sin embargo, familia sería la respuesta a: "¿En qué gastarían su tiempo si tuvieran dos horas libres?" Aunque teniendo en cuenta la primera respuesta, puede que hayan elegido familia en la segunda porque es una opción rentable, económicamente hablando. Sobre las cuestiones políticas, se pueden resumir en que la mayoría se considera de centro, pero aún así el 5% no confía en los políticos en general. Uno de los aspectos en los que pueden presumir es de ser honestos. Desconozco si en la realidad ocurriría lo mismo, pero el 70% coincide en que entregaría a la policía una cartera perdida en la calle y más del 80% afirma no haber mentido nunca en una entrevista de trabajo. Finalmente, se les pedía un "Agree" (De acuerdo) o "Desagree" (Desacuerdo) sobre frases que afirmaban que era común e Gran Bretaña la fobia al islam, el prejuicio clasista, el racismo, el sexismo y la homofobia. Cada uno puede sacar sus propias conclusiones de números que, al fin y al cabo, son personas pero lo cierto es que en todas ellas el "Agree" superaba al "Desagree". Por lo que mi conclusión es que los británicos reconocen ser racistas, sexistas, homófobos y tenerle miedo al islam, aunque lo peor de todo es que no hacen nada por acabar con ello. 

Tal vez no fuese la más relevante de todas pero fue la que me hizo rememorar un momento vivido recientemente. Afirmaba casi la mitad de los encuestados no tener un amigo cercano que fuese inmigrante, cuando se encuentran en uno de los países más multiculturales del mundo. Si bien es cierto que el resto de cuestiones no las podía verificar, para ésta cuento con un testimonio que me hizo comprender que este dato era totalmente cierto. A continuación me dispongo a narrar mi encuentro con mi primer "amigo" musulmán:

Un árabe perdido por una Sevilla cofrade... 

Corrían las ocho de la tarde de un Viernes de Dolores. El lugar no podía ser más idóneo para la época del año, vísperas de Semana Santa, en Sevilla, Sin embargo, la prenda que predominaba entre la multitud no era una camiseta con el escudo de la cofradía correspondiente, sino de la selección española, ya que se enfrentaría a Ucrania en el Estadio de la Cartuja. Entre todos ellos, se encontraba un hombre de temprana edad que, por el color de piel, no parecía ser de por aquí cerca. Tampoco daba la impresión de que se dirigiese al partido, debido a que su camiseta era del Everton, equipo de la liga inglesa. Una vez explicada la dirección que debía recorrer, nuestros caminos estaban a punto de separarse, cuando decidimos que se uniera a nosotros, ya que compartíamos destino, el partido España-Ucrania. Confesó ser su primera vez por el sur de en España, habiendo visitado con anterioridad Madrid y Barcelona, gracias a los amigos que había hecho en, adivinen dónde, Gran Bretaña. Resultaba ser un árabe, de la mismísima Arabia Saudí, que había estado durante cinco años viviendo en tierras británicas. Fue ahí cuando me decidí a preguntarle cómo había resultado la experiencia y, sobre todo, su relación con los autóctonos del lugar. En relación con la cuestión de la encuesta, me afirmó que no había hecho ningún amigo británico, ya que estos se relacionaban solo entre ellos y les costaba sociabilizarse con aquellos que eran "diferentes", o mejor dicho, extranjeros. También me resultó cómico que creyera que los españoles hablábamos un perfecto inglés porque los amigos españoles que tenía controlaban mejor que él el idioma. Nunca me he considerado racista, ni mucho menos, pero sí que creía que los musulmanes era también una sociedad cerrada, pero fue él mismo quien me lo negó completamente, diciéndome que en Arabia Saudí era muy común que todos se dieran los buenos días, se conocieran entre ellos y ayudaran al turista perdido, algo que le agradó ver en España pero que extrañó durante su estancia en Gran Bretaña. Finalmente, el comienzo del partido supondría el punto y final de una conversación, la cual disfruté con el idioma que poseen los xenófobos, digo anglófonos, como intermediario. Como en todo, saqué una conclusión, a la que nunca pensé que llegaría. Los musulmanes son mucho más sociables que los británicos." 

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SOBRE EL AUTOR

Este mundo de hoy va demasiado deprisa: quieren conocerme cuando no lo he hecho ni yo todavía.

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