YO Y EL FRACASO

Esta es una de las pregunta que nos hacemos después de tener un fracaso en nuestra vida. Un fracaso es subjetivo, es decir, para algunos se puede tratar de algo sentimental como perder una amistad, un romance y para otros, sin embargo, puede ser perder un trabajo o, simplemente, suspender un examen. Sea como sea, todos hemos sido víctima de ellos en algún momento de nuestra vida.

Lo peor de todo, por extraño que parezca, no es el fracaso en sí, sino la "resaca" de ese fracaso. Una "resaca" que convierte a nuestra mente en un máquina productora de negativas preguntas sin respuesta, las cuales sólo sirven para recordarte, aún más, el fracaso. Está bien hacerse preguntas a uno mismo pero, la intención de esas preguntas debe ser para buscar una respuesta al fracaso.
Vivimos en una época donde te recuerdan más por un misero fallo que por el resto de aciertos que tuviste. Estamos "deseando" que alguien cometa un error para poder recordádselo. No sabemos cuál ha sido el camino que ha tenido que recorrer esa persona para llegar hasta allí, aunque finalmente, por desgracia, ese camino haya finalizado con una fracaso. Antes de criticar los fracasos de los demás, deberíamos asumir los nuestros propios.