"Última conexión: 09/08/14"
Me he llevado una semana sin utilizar ningún tipo de dispositivo que pudiera estar conectado a Internet. Puede que parezca algo sencillo pero, te invito a que lo compruebes tú mismo. Durante esta semana he hecho más cosas de las que haría a lo largo de una semana con Internet, por ejemplo, deportes, películas o libros. En esta semana también me ha dado tiempo a pensar, reflexionar sobre cómo nos ha podido cambiar la tecnología nuestra forma de vivir y he aquí el resultado:
"No llevo ni un día sin Internet y ya estoy ansioso por saber qué está ocurriendo en el mundo."
Esto es lo que pensé el primer día, el segundo y así sucesivamente, aunque cuanto más pasaba el tiempo, menos eran mis ganas por conectarme. Tengo tiempo para hacer cosas que sí podía hacer antes pero... ¿Por qué no las hacía? Porque prefería escoger la opción más sencilla, es decir, no esforzarme en hacer nada nuevo y dedicarme, simplemente, a estar con el móvil o con el ordenador. No es una mala opción pero, creo que estamos priorizando esta opción frente a otras como: pasar tiempo con la familia y los amigos, hacer deporte, tocar un instrumento, leer libros, ver películas... Son muchas las actividades que podemos realizar sin la necesidad de Internet, sin embargo, estamos convirtiendo el Internet en la única opción en nuestra vida.
"No sé quién leerá esto, ni cuánta importancia le dé pero le aconsejaría que disfrutara más de la vida y valorara más las cosas porque, últimamente, nos fijamos más en la pantalla del móvil que en los rostros de las personas que tenemos a nuestro lado."
SOBRE EL AUTOR
Este mundo de hoy va demasiado deprisa: quieren conocerme cuando no lo he hecho ni yo todavía.
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