YO Y LA TELEVISIÓN

Se tratan de los canales más influyentes en España. A la hora de visualizarlos son gratis pero, realmente, no todos pertenecen a empresas públicas, lo cual les puede llegar a permitir un mínimo de subjetividad. A pesar de ello, hemos de desglosar cada cadena de forma individual porque cada una tiene sus defectos y, no tanto, sus virtudes.

En el caso de TVE, tuvo el privilegio de ser el primer canal español en emisión, desde 1956. Su longeva existencia debería hacernos entender que ha sufrido cambios, aunque no han sido muchos ni muy transcendentales. En sus orígenes, se encontraba bajo la tutela del Régimen, el bando franquista. Durante dicha época, la libertad de expresión que era escasa o nula. En la actualidad, presume de ser la cadena de todos los españoles quienes, a través de los impuestos, tratan de evitar su cierre, como fue el caso del Canal Nou (Televisión Autonómica Valenciana) que realmente, no fue culpa de todos los valencianos, sino de unos pocos que, por desgracia, se encargaban de su dirección económica. En la teoría, TVE no debería tener ideología política, ya que se trata de un servicio público pero si así fuera, no creo que se dieran la serie de despidos que se producen cada vez que cambia el partido político que gobierna, es decir, cambia la ideología política del Gobierno español.

Realmente, Antena 3 y Cuatro han optado por recurrir a un público familiar, con comedias y series. Decidiendo así delegar las "responsabilidades" políticas y polémicas en sus socios de grupo (La Sexta y Telecinco, respectivamente).

Como ya he mencionado antes, Telecinco se encarga del público más "curioso" (por denominarlo de una manera mediante la cual nadie se sienta ofendido). Sólo con decir que Sálvame, Gran Hermano o Mujeres y Hombres y Viceversas se encuentran entren los programas más visto de la cadena y, por desgracia, de la televisión española. Es más, Telecinco ha conseguido demostrar el nivel cultural de este país, en el que un reality show como Gran Hermano casi triplique la audiencia de un debate político, realizado en la misma cadena, como es Un tiempo Nuevo (3.228.000 y 1.104.000 respectivamente). No trato de dignificar un programa por encima del otro pero creo que dichos datos emiten, nunca mejor dicho, un claro mensaje sobre los intereses de, por desgracia, la gran mayoría de la audiencia.

Para acabar, La Sexta se ha convertido en el brazo político de la televisión, y por qué no decirlo, de Pablo Iglesias y Podemos. Ha conseguido que un personaje conocido por pocos anteriormente, se haya convertido en una posible opción para gobernar el país. No se trata de congeniar con Pablo Iglesias ni con Podemos, pero creo que es evidente la repercusión que ha tenido la televisión en la situación política que ocupan a día de hoy. Aunque lo que sí me resulta paradójico es la crítica tan efusiva que realiza Pablo Iglesias a la que él denomina "casta" cuando el propietario de la cadena de televisión en la que participa, (José Manuel Lara Bosch, dueño de Atresmedia) se encuentra entre los veintes empresarios más ricos de España. Por ello, no creo que sea muy razonable ni comprensible criticar a alguien de quien estás recibiendo una gran ayuda económica.